Avances significativos se han hecho en el tratamiento de cáncer anal. La función del esfínter anal se puede preservar en la mayoría de pacientes usando terapia de quimioradiación como el tratamiento definitivo. Seguimiento clínico cuidadoso es importante para cuidado de apoyo y evaluación de la reacción. Cirugía de salvataje no se debe hacer a no ser que haya evidencia clínica de la progresión de la enfermedad. Se disuaden la biopsias rutinas porque resultados positivos en las biopsias después de terapia de quimioradiación sin evidencia clínica de la progresión de la enfermedad no son predictivas de enfermedad persistente. Una relación de respuesta a dosis se ha observado para radiación y quimioterapia. Sin embargo, efectos tóxicos relacionados al tratamiento pueden ser significantes y efectos tóxicos que obligan interrupciones del tratamiento pueden comprometer control local. Cuidado de apoyo agresivo y estrategias clínicas que reducen efectos tóxicos relacionados al tratamiento son necesarios para más avances terapéuticos. Se están investigando estrategias para minimizar los efectos tóxicos y mejorar las tazas de control local. Éstas incluyen el desarrollo de acercamientos terapéuticos que son específicos para el nivel del tumor y que optimizan la efectividad de la terapia de quimioradiación.